Cuando era estudiante debatíamos en clase la necesidad o no de que los docentes tuvieran el reconocimiento legal de Autoridad Docente. Desde el desconocimiento de multitud de cuestiones relacionadas con la educación opinaba que no era necesario dar este paso. Pensaba que un docente debe de saber ganarse el respeto del resto de la comunidad educativa con su formación y habilidades sociales que se les presupone. Algún que otro año después, con algo menos de desconocimiento y como profesor, sigo pensando exactamente lo mismo.
Pues bien, desde hoy día 19 de febrero de 2013 los docentes de la Región de Murcia (imagino que por ahora…) tenemos Autoridad Docente… La Ley 1/2013, de 15 de febrero, de Autoridad Docente de la Región de Murcia así lo permite. El título promete, a mi ya no me gustó desde el principio esta Ley…
Podemos entender de varias maneras el término de autoridad. La RAE por ejemplo recoge entre otras, estas dos:
1. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho.
3. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia.
Problamente los defensores de esta Ley la justifiquen y la «vendan» desde el enfoque de la 3ª definición que la RAE ofrece. Estoy seguro de que muchos docentes estarán incluso satisfechos con esta Ley, yo NO. Esta Ley lleva connotaciones que más que dar prestigio a una profesión considero que intenta transmitir miedo en relación a la figura del maestro. A continuación recogeré algunas partes del texto que me han llamado la atención.
Comenzamos por el Preámbulo.
Se justifica la necesidad de autoridad y respecto del docente por el ambiente en el que nos encontramos (sociedad cambiante, nuevos códigos, falta de los resultados esperados en otras leyes). Yo hubiera incluido políticos incapaces de comprender la educación y que continuamente han faltado el respeto a los docentes. Me llama mucho la atención de que con los atracos que está recibiendo la educación ahora con esta Ley se se hable de que los profesores tienen que «recibir el respeto que su función merere». Queridos colegas murcianos, tranquilos que todo está arreglado con esta Ley.
Otra de las «perlas» interesantes de esta Ley. Dice «se impone la necesidad de un refuerzo institucional y legal de la autoridad del docente que estimule al mismo tiempo su reconocimiento social para que repercuta en un clima escolar óptimo y proporcione al alumnado los valores de respeto y valoración de la labor docente«. A ver que lo entienda, se dice primero que los resultados de las anteriores leyes han sido negativos, entonces ¿ahora esta Ley no va a seguir el mismo camino? ¿ahora resulta que el reconocimiento social se consigue con una Ley que transmite miedo?
Ahora mi párrafo favorito, dice que es una «ley cercana a la realidad social actual que trata de aportar soluciones eficaces y abrir nuevos espacios a la protección real del docente en los centros educativos, e insta a reconocer, reforzar y prestigiar la figura del maestro y profesor con el objetivo prioritario de elevar la calidad y mejora de los resultados del sistema educativo actual». Sin comentarios, ¿de verdad alguién piensa que esta Ley va a solucionar algo en nuestro sistema educativo?
En el artículo 4, derechos del docente, se dice se impulsarán programas y campañas de promoción y
dignificación social del profesorado. Por mi parte que se las ahorren, cuestan dinero y servirán de poco. ¿Por qué no destinar esos recursos donde realmente se necesiten? ¿Por qué no se centran en modificar y mejorar la formación y selección del profesorado? Así se dignifica una profesión…
dignificación social del profesorado. Por mi parte que se las ahorren, cuestan dinero y servirán de poco. ¿Por qué no destinar esos recursos donde realmente se necesiten? ¿Por qué no se centran en modificar y mejorar la formación y selección del profesorado? Así se dignifica una profesión…
Y la clave de esta Ley, el artículo 6. Presunción de veracidad. Es decir, la palabra del docente y del inspector goza de privilegios y de una jerarquía evidente. Punto para los valores de la democracia. Así se gana el respeto claro, con autoridad. Ahora nuestros alumnos, familias y demás, nos verán como a policias, solo que no tendremos que llevar placa de identificación ni gorra.
Algunos podréis pensar que esta Ley protege la convivencia escolar, que no se os engañe, existen normativas anteriores que ya regulan este tipo de cuestiones, por ejemplo: Decreto 115/2005, de 21 de octubre, por el que se establecen las normas de convivencia en los centros docentes sostenidos con fondos públicos que imparten enseñanzas escolares.
Totalmente de acuerdo, solo pretenden externalizar el problema cuando el problema es del sistema educativo. Si éste fuera crítico, competente y digno, por sí solo sería respetable. En vez de perder el tiempo y el dinero en estas absurdas leyes, que sólo utilizan para hacerse ver y para que parezca que se molestan por el tema, que se dediquen a mejorar la calidad de la enseñanza como bien comentas arriba. No dejemos que nos tomen el pelo…
Ley curiosa donde las haya. Autoridad docente, con esta ley ya todo irá mejor y estaremos blindados de los conflictos y «del ambiente en el que nos encontramos», es decir, de aquí a unos años volveremos a la docencia existente en época de Franco, la regla de dos metros va a ser nuestra mayor aliada y los conocimientos y las habilidades sociales, eso ya….para cuando tengamos al ejército de clase formado.
Dentro de unos años en vez de opositar tendremos que jurar y besar bandera y en lugar de darnos el título de Maestro de Educación Primaria nos dotarán de un tricornio, propio de la respetable autoridad civil y nacional. Por cierto, si la economía mejora el equipo de armamento será mejor porque en «el ambiente en que nos encontramos»…..Así nos va.
Simplemente, creo que ahora es demasiado tarde para dignificar la labor del maestro, lo hagan de la forma que lo hagan. Su reconocimiento por lo que es ya debería de haber existido desde que el maestro es maestro…
Deberían empezar a apoyarse los unos a los otros, en lugar de criticar tanto una ley y otra. Si se hace una ley, que se siga con esa, pero basta ya de tanto cambio. Los profesores de hoy en día, parecemos títeres, que nos dirigen como una marioneta, cada vez que cambian de gobierno. Y el problema principal de todo esto, es que lo están sufriendo nuestros futuros alumnos, los padres y nosotros mismos como futuros docentes. En este asunto, deberiamos entrar a formar parte todos los maestros, en reformular la ley, a partir de nuestras experiencias, ya que al curriculum le faltan cosas por complemementar.
Ojiplática, así me he quedado yo al leer esta noticia… desde luego toda esta verborrea tan solo me parece que son excusas para no querer ver la realidad, es decir, el gran problema que tenemos en este país con la educación.
Lo más triste de todo, es que estas leyes las hacen y son aprobadas por personas que no tienen la más mínima idea de qué significa la palabra EDUCACIÓN, y encima son nuestros representantes porque son elegidos por la mayoría del pueblo…
(María Fernández Fernández).
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo también pienso que el respeto tiene que ganárselo cada cual con su actos, su formación y su forma de educar. No creo que una ley que se sacan de la manga haga que la sociedad valore más el rol del maestro.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Gema, creo que no «es demasiado tarde para dignificar la labor del maestro». La labor del maestro es digna ya en la actualidad, depende de que cada maestro la siga haciendo digna de manera individual, aunque leyes como ésta entorpezcan su labor.