Cómo motivarnos con la teoría de la autodeterminación

En anteriores artículos escribí sobre cómo es el proceso motivacional, los efectos de los premios, el motivo de logro y las metas. En esta ocasión sigo profundizando en la cuestión de cómo motivarnos con la ayuda de la teoría más influyente sobre la conducta motivada: la teoría de la autodeterminación (SDT por sus siglas en inglés) propuesta por Deci y Ryan desde 1985.

Está compuesta por cuatro «miniteorías»: la teoría de la evaluación cognitiva, la teoría de la integración orgánica, la teoría de la orientación de causalidad y la teoría de la necesidad (Sanz y Rosique, 2019).

Esta teoría abarca desde la motivación extrínseca hasta la intrínseca. La autodeterminación se entiende como una tendencia innata para involucrarnos en aquello que nos despierta interés y que no es obligado. Es la persona quien decide su propia conducta y el grado en el que se implica en una tarea. «La persona autodeterminada inicia su propia conducta, selecciona los resultados deseados y escoge las conductas a realizar para llegar a esos resultados» (Sanz y Rosique, 2019, p.197).

Nos viene a decir que las personas se comprometen con una actividad por el simple hecho de experimentar su competencia y nivel de eficacia. Los comportamientos intrínsecamente motivados se realizan libremente por propio interés y se requiere la satisfacción de las necesidades de autonomía y competencia, especialmente. Una forma de identificar cuando una persona realiza actividades autodeterminadas podría ser cuando las hace de manera natural, espontánea y siguiendo de manera libre sus propios intereses.

Por poner un ejemplo personal, escribir este artículo de blog ;-).

Partiendo de la completa revisión realizada por Deci y Ryan en 2000, mostraré en primer lugar las bases de esta teoría y en segundo lugar sintetizaré estrategias y principios para aprender según los principios de la SDT.

Autonomía, competencia y relaciones

Esta teoría sostiene que existen tres necesidades psicológicas que el ser humano necesita satisfacer para sentirse motivado y mejorar su bienestar general:

Autonomía: capacidad para establecer metas, ejecutar acciones, comparar el progreso y realizar cambios para la consecución de metas. Con esta necesidad cubierta se experimenta una sensación de control o de que uno tiene la capacidad de decidir cómo interaccionar con su entorno.

Competencia: las habilidades y capacidades que nos permiten ser efectivos y exitosos. No se refiere a las que realmente tenemos, sino a la propia percepción que se tenga de ellas. Es decir, no son tanto habilidades específicas y sí tiene que ver con la confianza en uno mismo.

Relaciones: pertinencia en un grupo y sentirse importante dentro de él, cuidando a otros y siendo cuidado.

¿Cuál de estas tres necesidades tiene más peso en la conducta autodeterminada? Aunque puede depender del contexto, parece que el papel de las relaciones juega un papel algo menos importante que la autonomía y la competencia. Si bien es cierto que este tipo de motivación tendrá mayor éxito en contextos caracterizados por relaciones seguras. Podríamos decir que hay muchas actividades en las que las personas se mantienen motivadas intrínsecamente sin la necesidad de tener apoyos relacionales, pero una base de relaciones segura aumenta la probabilidad de crecimiento.

En un meta-análisis (Bureau et al., 2022) en el que se seleccionaron 144 estudios con más de 79000 estudiantes se concluye que la competencia es el predictor más positivo de la motivación autodeterminada, seguida de la autonomía y finalmente de las relaciones. Este estudio reafirma la importancia que tiene el apoyo a la autonomía docente para mejorar la autonomía de los estudiantes, independientemente de la edad, el nivel escolar, la nacionalidad o el género.

Deci y Ryan (2000) sostienen que estas necesidades psicológicas son universales y contribuyen al desarrollo y al bienestar. Para los autores representan la arquitectura común de la naturaleza humana. De esta manera encajan en una perspectiva adaptativa que nos dice que de alguna manera forman parte de nuestro legado evolutivo.

Beneficios de la motivación autodeterminada

Conocer estas tres necesidades psicológicas es un paso importante para alcanzarlas. Son fundamentales para guiar a las personas hacia comportamientos más competentes, vitales y socialmente integrados. Contextos que impidan la autonomía, la competencia o las relaciones sociales están asociados con niveles más bajos de motivación, rendimiento y bienestar.

Múltilples estudios han utilizado la SDT para explorar sus beneficios. Prueba de ello la encontramos en los diversos meta-análisis y revisiones sistemáticas publicadas en los últimos años. Veamos algunos de los más importantes.

En Tang et al. (2019) se concluye que la satisfacción de estas necesidades se asocia positivamente con indicadores positivos de bienestar (sentido en la vida, satisfacción con la vida, afecto positivo, autoestima, etc.) y negativamente asociado con indicadores negativos de bienestar (depresión, apatía, etc.). Bureau et al. (2022) concluyen que la motivación autodeterminada se asocia con bienestar, persistencia y logro de resultados en estudios universitarios.

En el ámbito del ejercicio físico vemos como intervenciones basadas en SDT tienen el potencial de aumentar la actividad física de los estudiantes a través de la autonomía y la creación de un entorno de apoyo (Juwono y Szabo, 2020). En Ntoumanis et al. (2021) se indica que las intervenciones basadas en SDT afectan de manera positiva -pero moderada- en diversos índices de salud. Los aumentos de las necesidades de apoyo y autonomía fueron las estrategias utilizadas en estas intervenciones.

En otro meta-análisis publicado en 2021 por Howard et al. en el que se examinaron 344 muestras (223209 participantes) se concluye que la motivación intrínseca está relacionada con el éxito y el bienestar de los estudiantes. Muy al contrario, la motivación impulsada para el deseo de obtener recompensas o evitar castigos no se asoció con el desempeño o la persistencia, sí con disminución del bienestar.

Tipos de motivación, de regulación y locus de causalidad

Resulta imprescindible comprender el continuum del comportamiento autodeterminando (Deci y Ryan, 2000) teniendo en cuenta las relaciones entre los diferentes estados motivacionales (desmotivación, extrínseca y la intrínseca), los tipos de regulación (externa, introyección, identificación, integración) y el locus de causalidad (interno o externo).

En la regulación externa el comportamiento de una persona va marcado por el logro de una consecuencia tangible/recompensa o para evitar amenaza de castigo. Es controlado por contingencias específicas externas.

En la regulación introyectada las consecuencias contigentes son administradas por los propios individuos y no por otros como en la regulación externa. Es un primer paso de interiorización. Concepto que hace referencia a la importancia de idenficarse con las normas sociales e integrarlas para aceptarlas como propias. Dicho de otro modo, pasar de hacer algo por el premio que supone a realizarlo por la satisfacción que implica la actividad.

En la regulación identificada se actúa por algo externo pero se da un paso más en la interiorización ya que la actividad se considera significativa para uno mismo. Se asocia con más compromiso y rendimiento.

Y en la regulación integrada se da como resultado una motivación extrínseca autodeterminada. Se asemeja bastante a la motivación intrínseca pero la tarea no se llega a realizar por el mero disfrute.

Es importante resaltar la idea de que las personas estarán desmotivadas cuando tengan un sentido de eficacia bajo, de poco control sobre el resultado deseado y no son capaces de regular su propio comportamiento.

Cómo aprender de manera autodeterminada

Ahora pasemos a las recomendaciones prácticas para aprovechar las enormes ventajas de la motivación autodeterminada. Partiendo de varios trabajos (Bureau et al., 2022; Deci y Ryan, 2000; Jimenez, 2017; Sanz y Rosique, 2019) dejo un listado de estrategias y principios vinculados a contextos de enseñanza y aprendizaje:

– La autonomía es esencial para la motivación intrínseca pero se ve muy amenazada por la vigilizancia, ciertos tipos de evaluación o el vencimiento de plazos.

– Estrategias motivacionales como recompensas y las amenazas socavan la autonomía, provocando disminución de motivación intrínseca, creatividad y estrategias de resolución de problemas. Es más adecuado ofrecer opciones y reconocer sentimientos para mejorar el sentido de autoiniciación.

– El feedback positivo aumenta la motivación intrínseca. No darlo la disminuye. Y el feedback negativo la disminuye todavía más. En este último caso, si se transmite ineficacia se frustra la necesidad de competencia. Y es que sabemos que el feedback está muy conectado con la motivación intrínseca pero siempre y cuando su propósito principal sea la de disminuir la brecha entre el desempeño actual de los estudiantes y el esperado (Hattie y Timperley, 2007). Si estás interesado en saber más sobre el feedback y la evaluación formativa puedes escuchar la entrevista a Mariana Morales que publiqué en el podcast de EduHacking.

– Si el estudiante percibe que puede demostrar su competencia y además se le reconoce su progreso personal se incrementará el interés por aprender y su autoestima. Al contrario sucede si está en un ambiente en el que se enfatizan los resultados y la evaluación sumativa.

– Hay que prestar atención al siguiente efecto: a medida que un curso avanza el nivel percibido de competencia de los estudiantes suele descender debido al aumento desmesurado del nivel de exigencia. El resultado será un peor rendimiento.

– El docente que quiera potenciar la competencia entre sus estudiantes debería proponer retos adecuados; proporcionar una dirección o guía estructurada; o dar feedback positivo y constructivo.

– El docente puede apoyar el desarrollo de la autonomía cultivando el interés, el disfrute, el sentido de desafio y creando oportunidades para que aparezca la iniciativa. Entender y aceptar los sentimientos negativos (escucha comprensiva, abierta y cuidadosa) es un comportamiento efectivo.

– El docente debe dar instrucciones claras, comprensibles y detalladas en las que está claro lo que hay que hacer, con sus objetivos bien definidos y compartidos desde el inicio. Estas cuestiones también favoren la necesidad de autonomía.

– Y en cuanto a la necesidad de relaciones, lo importante no es tanto darle vueltas a cómo configurar los grupos de trabajo, la diversidad o la complementariedad. La clave pasa más por crear una cultura de respeto mutuo. Se trata de que los miembros de un grupo sientan que pueden hablar de lo que les preocupa o dar opiniones sabiendo que serán comprendidos y no juzgados.

En resumen, la SDT es una de las teorías más influyentes en el ámbito de la motivación que integra otras miniteorías y que abarca un continuum que va desde la desmotivación hasta la motivación intrínseca. Una conducta autodeterminada es aquella que se realiza libremente, guiada por los propios intereses de la persona y que satisface las necesidades de autonomía, competencia y relaciones. Se ha demostrado que personas con motivación autodeterminada muestran mayor bienestar general, mayor capacidad de logro, mejores resultados académicos y mayor capacidad de aprendizaje. Sin duda, merece la pena poner en práctica los principios y estrategias mencionadas en este artículo si queremos que aprender mejor y aumentar nuestro bienestar general.

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